Es amarga la verdad

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie.

No duerme nadie.

F.G.L

Peter Magnus

Descubrir cómo nos mienten y con ello cómo insultan nuestra inteligencia, es un duro golpe que puede llegar a producir, incluso, depresión. Y es que no es para menos, teniendo que soportar ese bombardeo mediático al que se nos condena cada día, y en el que se nos va golpeando sin escrúpulos hasta dejarnos KO, literalmente hablando.

Uno, no sabe si echarse a llorar o tirarse de los pelos cuando lee noticias como la que, desde el viernes, ha ocupado todos los titulares de toda la prensa amaestrada de este país: 23 mil y pico de millones nada más y nada menos se les van a entregar a unos corruptos para que salven su empresa privada o ¿no es BANKIA una empresa privada? ¿Que ahora va a ser pública con esos 23 mil y pico de millones, que son eso, precisamente, públicos, o lo que es lo mismo: dinero que ha salido del bolsillo del contribuyente? Ja, perdón que me casi ría.

¿Y que la señora Esperanza Aguirre haya intentado crear una cortina de humo enarbolando lo patrio y rancio de “una, única, grande y libre” atacando a las aficiones de los dos equipos que se disputaban en Madrid la copa del rey, por ser estas del País Vasco y de Cataluña? ¿No es de juzgado de guardia permitir una manifestación a seguidores de Franco? Claro que no lo será porque según el Diccionario Biográfico Español que la Real Academia de la Historia ha editado por la “módica” cantidad de 6,4 millones de euros, Franco no fue un dictador totalitario, sino que fue un gobernante autoritario. Ja, ja, perdonen que me vuelva a reír.

Yo me pregunto una y otra vez, y de tanto preguntarme me va a dar un día un síncope, entre otras cosas por no hallar la respuesta a tanta pregunta y entre las más, por las veces que se me debe poner cara de gilipollas, no sé si esto le ocurrirá a todos los que leen la prensa o ven la televisión, digo lo de la cara de gilipollas. Y es que a uno no se le ocurre otra cosa que pensar que nos toman no solo por ingenuos apáticos, sino que además nos toman por idiotas rozando la gilipollez, porque viendo lo visto, leyendo lo escrito, y oyendo lo oído no es para menos.

Aquí en este mundo se vende la estafa, el engaño, la tergiversación de la verdad como fórmula maravillosa para enriquecerse, ahí tenemos, sin ir más lejos al creador de Facebook que ha engañado a sus inversores, y aquí no solo tenemos a Rato, sino a toda la camarilla peperiana que lo respalda y lo ampara, incluyendo a Cospedal que está dejando “su latifundio” esquilmado por el que no pastaran ya ni las ovejas. Pero, ¿qué me dicen del señor Divar? Para echarse a temblar, oiga…

Y nada que hoy lunes se levanta uno con cara de más gilipollas cuando lee la prensa matutina tomando el cafelito después de descubrir que le han subido a uno hasta la bilirrubina, y el café, toma ya, también, además de leer, no sin estupefacción, que los que nos están robando descaradamente, encima nos culpan por haber vivido por encima de nuestras posibilidades. Ja, JaJaJaJa, Ja, perdonen que me vuelva a reír, pero eso o suicidarse (va a ser que no) o echarse la manta a la cabeza con el trabuco (mejor que suicidarse) y tirarse al monte; o meter en la cárcel a tanto hijoputa desalmado y filibustero, cosa cuando menos no del todo imposible, pero sí bastante dificultosa, entre otras cosas porque ¿quién le pone el cascabel al gato?

La pobreza. El dinero.

Francisco De Quevedo y Villegas

Pues amarga la verdad,

Quiero echarla de la boca;

Y si al alma su hiel toca,

Esconderla es necedad.

Sépase, pues libertad

Ha engendrado en mi pereza

La Pobreza.

¿Quién hace al tuerto galán

Y prudente al sin consejo?

¿Quién al avariento viejo

Le sirve de Río Jordán?

¿Quién hace de piedras pan,

Sin ser el Dios verdadero

El Dinero.

¿Quién con su fiereza espanta

El Cetro y Corona al Rey?

¿Quién, careciendo de ley,

Merece nombre de Santa?

¿Quién con la humildad levanta

A los cielos la cabeza?

La Pobreza.

¿Quién los jueces con pasión,

Sin ser ungüento, hace humanos,

Pues untándolos las manos

Los ablanda el corazón?

¿Quién gasta su opilación

Con oro y no con acero?

El Dinero.

¿Quién procura que se aleje

Del suelo la gloria vana?

¿Quién siendo toda Cristiana,

Tiene la cara de hereje?

¿Quién hace que al hombre aqueje

El desprecio y la tristeza?

La Pobreza.

¿Quién la Montaña derriba

Al Valle; la Hermosa al feo?

¿Quién podrá cuanto el deseo,

Aunque imposible, conciba?

¿Y quién lo de abajo arriba

Vuelve en el mundo ligero?

El Dinero.

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Peter Magnus