El navazo es un agroecosistema tradicional que se integra en los sistemas dunares litorales y que mediante la modificación humana aprovecha las ventajas agronómicas de los espacios interdunares; humedad y fertilidad. El manejo tradicional de los navazos estaba lleno de eficiencias energéticas: El riego accionado por las mareas en los navazos mareales. Su interconexión para evacuar el exceso de agua, los respaldos de los vientos mediante los vallaos que además inmovilizaban las dunas. El manejo orgánico de su fertilidad.
Su eficiencia ecológica ha permitido una alta coexistencia con especies de animales como el camaleón o de infinidad de plantas, en un entorno tan amenazado como el litoral gaditano. Este alberga la cuarta parte de los taxones presentes en Andalucía.
Su origen se pierde en el tiempo, y han formado parte de la memoria biocultural a lo largo de todo el litoral atlántico andaluz. En Sanlúcar de Barrameda, aparece el primer testimonio escrito en el siglo XV asentados en las tierras del duque, conocido hoy como los llanos de Bonanza. El rápido retroceso del litoral a principios del XVII posibilitó una gran expansión por los nuevos pagos. El ecosistema dunar se moldeó con manejo transmitido de generación en generación para generar este singular agroecosistema, alcanzando en nuestra localidad un esplendor que los sitúa entre nuestras principales señas de identidad. Los navazos han formado parte de nuestro paisaje litoral urbano, siendo motivo de admiración de viajeros y científicos ilustrados que lo han divulgado por tierras lejanas. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los más espectaculares usos tradicionales de los municipios de Doñana hoy también Reserva de la Biosfera. Frente a la expansión urbanística, como su mayor enemigo, el presente manifiesto reivindica a los navazos también como paisaje urbano sanluqueño y patrimonio cultural digno de protección. Se tratan de “oasis de vida” fraguados con arena, cultura e historia a preservar para mostrar a las generaciones presentes y futuras sus múltiples rasgos de sostenibilidad, singularidad y respeto a la biodiversidad.
Por todo ello demandamos:
Restaurar sistemas dunares litorales por su importancia ecológica.
Proteger su principal uso cultural tradicional, el cultivo en navazos
Reconocer el navazo como Patrimonio y Bien de Interés Cultural, protegiendo también su entorno.
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