A diferencia de las empresas que se dedican al reciclaje textil, los ingresos que Madre Coraje obtiene de esta actividad se destinan a labores de cooperación internacional La Asociación Madre Coraje recuperó a lo largo de 2011 más de tres millones de kilos de ropa usada a través de las 20 delegaciones que tiene distribuidas en toda España.
A diferencia de las empresas que se dedican al reciclaje textil, los ingresos que Madre Coraje obtiene de esta actividad se destinan a labores de cooperación internacional: envío de ayuda humanitaria a Perú, la puesta en marcha de proyectos de desarrollo y la sensibilización y concienciación en España. Otro porcentaje de las prendas usadas recogidas se dirige a fines sociales a través de mercadillos solidarios en España destinados a personas con bajos recursos.
Otro valor social que ha supuesto la recogida de ropa por parte de Madre Coraje ha sido la creación de nuevos puestos de trabajo en España al haber contratado a más de 25 conductores para llevar a cabo las labores de recogida de los contenedores. Por otro lado, la gestión de la ropa usada por parte de Madre Coraje favorece la protección medioambiental evitando que se convierta en un residuo doméstico más, “por lo que los Ayuntamientos suelen apoyarnos de forma incondicional al estar impidiendo la entrada de más residuos en nuestros vertederos sin generar costes a los presupuestos municipales”, explica Jesús Mula, Responsable de Reciclaje de Madre Coraje.
Madre Coraje colabora, además, con otras asociaciones locales cuando éstas comunican la necesidad de ropa para sus beneficiarios. Por otra parte, muchas de las sedes de Madre Coraje en España, llevan a cabo labores de inserción sociolaboral de colectivos en riesgo de exclusión social (personas con otras capacidades, inmigrantes, mujeres víctimas de la violencia de género…) a través de talleres formativos centrados en el reciclaje. Además de acciones de reciclaje, Madre Coraje apuesta por la concienciación dirigida a escolares, profesorado, familias, universitarios, medios de comunicación y otros colectivos sociales con el fin, entre otros, de lograr una sociedad responsable y consecuente con sus actos.
“La ropa usada que trae la gente a las sedes de Madre Coraje o que depositan en los contenedores que tenemos en las calles nos permite alcanzar un mundo más solidario y sostenible”, concluye Antonio Gómez, Presidente de Madre Coraje.
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