El embalse de Bornos, víctima de robos y vandalismo por la dejadez de la Junta

La Central Sindical entiende que este es un ejemplo más de la voluntad de la Consejería de Medio Ambiente de cercenar la gestión de los recursos hídricos en Jerez de la Frontera.

 

El embalse de Bornos, gestionado por la Agencia Andaluza del Agua (de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta) está siendo víctima de constantes robos y actos vandálicos desde hace varios meses, dejando en entredicho el mantenimiento que recibe las instalaciones a cargo de la Junta de Andalucía. De hecho, para la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), los robos sufridos en este embalse en los últimos meses no son más que el claro ejemplo de la dejadez y del consiguiente caos organizativo a la que la delegación provincial de Medio Ambiente está sometiendo a la gestión de los recursos hídricos en Jerez de la Frontera.

CSIF quiere recordar que esta pasada madrugada (del 5 al 6 de febrero) han vuelto a entrar en las instalaciones del embalse bornense para robar 3.500 metros de hilo de cobre, que daba el alumbrado exterior del recinto. Del mismo modo, el pasado 7 de enero, entraron en el embalse, rompieron la puerta de los depósitos de agua para el abastecimiento de las propias instalaciones y lo vaciaron por completo (desde CSIF se subraya el peligro que conllevaría una apertura incorrecta de la presa y de los desastres que podrían provocar a lo largo del cauce del Guadalete). Incluso, en septiembre, una persona que intentaba robar en el recinto, acabó sufriendo quemaduras en su cuerpo. La Administración ha valorado los destrozos en unos 120.000 euros.

Ante estos hechos, es incomprensible que la Delegación provincial de Medio Ambiente elimine a todos los técnicos que trabajaban en la Agencia del Agua en Jerez (y los traslada a Cádiz, Sevilla o Málaga, hecho ya denunciado por CSIF anteriormente), vaciando de contenido las instalaciones jerezanas, y al mismo tiempo condene al embalse de Bornos al total abandono. Sin embargo, hay que recordarle a la delegada provincial de Medio Ambiente que el problema no es el cambio de oficina en Jerez (como quiso hacer ver la pasada semana), sino el descontrol y vaciado de contenido que sufren las ya centenarias oficinas de gestión del agua, provocando la incertidumbre y el malestar entre los trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua.