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29 jul 2010

Rejón de muerte al espíritu nacional

José Antonio Segura Velasco
En los últimos compases del curso político el Tribunal Constitucional daba un fuerte varapalo a las ansias nacionalistas catalanas. La derecha española se alegraba de la contrariedad justo el mismo fin de semana en que media humanidad enarbolaba banderas rojas y gualdas por la victoria de fútbol de la selección. Por 68 votos contra 55 y la abstención de nueve diputados la fiesta nacional se pierde en la sombra de los tiempos en la comunidad catalana. El icono del toro decorado con los colores patrios ya empezaba a ser tendenciosamente facha y casposo. El toro cojonudo -con ostentosos genitales- un buen par de cuernos, único cartel publicitario que no se retiró de las carreteras españolas, heredad de la familia Osborne, el toro, insisto, representaba el espíritu de nacional repeinado con fijador, subido a un caballo de rejoneador jerezano en los latifundios caciquiles de monocultivo de res brava. Espania ya no será lo mismo. Catalunya ya no albergará toreritos con los güevos doblaos en pilas del traje de luces, no alojará a señores presidentes con puros, ni apoderados gordos, ni subalternos violentos en ruedas de prensa, ni será el sector cúmulo de borricos anazfabetos que rellenan las revistas del corazón y que llevan a su particular matadero una panoplia de estampillas de vírgenes milagrosas. La fiesta nasioná ha muerto en Cataluña y eso es motivo de felicidad. Enhorabuena a los catalanes y a su ejemplar uso de la democracia.

3 comentarios:

salvador moreno valencia dijo...

Así es con dos güevos estos catalanes, y que le den a todos los patrias de puro y sombrero caciquil, que los toros, en el mejor sitio que están es en el campo, a lo salvaje...

Anónimo dijo...

pastando con los perroflautas

eligio gonzalez dijo...

Cuando las estrellas clavan rejones al agua gris,cuando los erales sueñan verónicas de alhelí.........
F.García Lorca.