La alcaldesa de Sanlúcar, Irene García Macías, pedirá a la Diputación Provincial de Cádiz y a la Junta de Andalucía su apoyo expreso a la solicitud de los ayuntamientos de Sanlúcar y Almonte de poner en marcha una línea de conexión terrestre entre ambos municipios por la playa de Doñana. La propuesta a la Diputación de Cádiz se realizará a través de la diputada sanluqueña María José Valencia.
Irene García se ha mostrado sorprendida por el rechazo de Los Verdes a esta unión entre ambas provincias, ya que son precisamente los ayuntamientos de Sanlúcar y Almonte los que mayor apuesta hacen por el desarrollo sostenible y por la protección del Espacio Natural de Doñana, del que precisamente son las dos principales puertas de entrada. (...)
La alcaldesa considera que las críticas y consideraciones contrarias a la conexión entre ambos municipios se deben a la falta de información sobre los objetivos de este proyecto, mediante el cual además de contribuir a potenciar de manera sustancial el desarrollo turístico en ambas provincias, pretende unificar y reducir los tránsitos de vehículos por la playa de Doñana, una zona restringida para la que se necesita permiso expreso para poder circular por ella.
La línea de transporte vendrá a desarrollar la movilidad entre las dos provincias y en especial a revitalizar el turismo de Cádiz y Huelva. En este sentido, los sectores turísticos de Almonte y Sanlúcar a los que se les ha presentado esta propuesta han acogido de manera muy favorable este proyecto dada la importante aportación que supondrá para la oferta turística de los dos municipios, que contarán con una nueva propuesta atractiva y singular que sumar a lo que ya ofrecen ambos municipios.
Además, cabe recordar que el transporte entre Sanlúcar y Matalascañas se realizará en autobuses todoterreno del mismo tipo de los que vienen siendo utilizados para las visitas a Doñana, que consumen biodiésel y que no circulan a más de 50 kilómetros por hora.
Irene García no entiende cómo se plantea a la institución europea el rechazo a un proyecto cuando se desconoce por completo la relación de los municipios con este espacio natural, del que son sus mayores defensores, y la propia realidad de Doñana, donde no existen carreteras ni el lince se pasea por la orilla de la playa, como viene a indicar el eurodiputado.
De ahí que la alcaldesa pida el apoyo expreso de la Diputación de Cádiz y de la Junta a la unión entre los dos municipios con la convicción de que el desarrollo sostenible es la mejor herramienta para la conservación y disfrute de Doñana y su entorno, y que este proyecto es una oportunidad única para contrubuir a la revitalización turística y por tanto económica de ambas provincias.
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