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13 may 2010

Ecologistas en Acción pide que se prohíba el paso con vehículos a motor por las vías pecuarias durante el camino del Rocío

Por cuestiones de seguridad para los rocieros y conservación del Espacio Protegido, Ecologistas en Acción, considera que el cierre al tránsito con vehículos a motor de las vías pecuarias utilizadas para llegar a la aldea del Rocío es una medida imprescindible para garantizar un camino del Rocío que no afecte en demasía a los ecosistemas del Parque y haga compatible el uso tradicional con la conservación de los ecosistemas del Espacio Natural de Doñana.
Las lluvias acumuladas durante el invierno y la primavera hacen impracticables algunos tramos de las vías pecuarias que usan las hermandades de Sevilla, Huelva y Cádiz para llegar al Rocío, con decenas de metros bajo las aguas.(...) 

Durante el resto del año se mantienen restricciones de paso en la vías pecuarias en aplicación de la ley que regula su uso, estas restricciones se levantan para el Rocío, las abundantes lluvias han provocado una gran acumulación de agua en las vías pecuarias en zonas que atraviesan el Parque Nacional y hacen recomendable que esta restricción se mantenga durante la romería de modo que las vías pecuarias sólo sean transitadas por gente a píe, a caballo o en vehículos de tracción animal, debidamente acreditados por las Hermandades.
El gran volumen de tráfico motorizado debe ir por carretera y por los caminos asfaltados, por la seguridad de los rocieros y por la del propio ecosistema que año tras año sufre las rodadas de un excesivo número de vehículos a motor en forma de tractores o todoterrenos. Por citar algunos datos, sólo en la provincia de Cádiz, cuyas hermandades transitan por el interior del Parque Nacional de Doñana, declarado Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la Unesco, la cantidad es incompatible con su conservación, más de 10.000 personas donde sólo la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda cuenta con más de 100 tractores y 200 todoterrenos.
Ecologistas en Acción ha informado a la Dirección del Parque, dependiente de la Junta de Andalucía, al Ministerio de Medio Ambiente y a las Hermandades de nuestra propuesta. Ya hubo rocíos sin caballos por cuestiones de salud animal, si las circunstancias obligan a un camino sin coches nos podíamos llevar la sorpresa de que sean los propios rocieros los más beneficiados al recuperar las costumbres de antaño cuando el camino se realizaba con las tradicionales carretas con tracción animal.
El paso de miles de personas y el tránsito de vehículos a motor que padece el Parque Nacional de Doñana en una semana, sigue siendo el factor más negativo para conservar esta Reserva de la Biosfera, incumpliendo los objetivos del Plan Rector de Doñana que contempla el alcance de un equilibro entre el componente tradicional y cultural de las peregrinaciones y su impacto sobre el medio.
No podemos permitir que un evento de gran tradición en la comarca dañe por los irresponsables abusos que se vienen cometiendo centenares de hectáreas protegidas, ya es hora que las administraciones competentes y las propias Hermandades potencien formulas para hacer viable la coexistencia de la cultura y las tradiciones con la protección del medio ambiente.

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