La alcaldesa, Irene García, fue vicepresidenta para asuntos económicos de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir (MMBG) entre los años 2007 y 2011, años en los que más despilfarro y más irregularidades contables se perpetraron en el ente supramunicipal, siendo muy llamativo el hecho que durante esos años ni se presentaron presupuestos ni, por supuesto, hubo liquidación presupuestaria al respecto ni tampoco se convocaron asambleas. La Cámara de Cuentas en un informe de 2008 alertaba irregularidades contables, programas y subvenciones sin justificar y otros asuntos que derivaron, años más tarde, en el colapso de la MMBG, con más de 500 trabajadores despedidos y pendientes también de poder cobrar su correspondiente indemnización.
Durante más de cuatro años, Irene García nunca vio que los intereses de Sanlúcar se estaban soslayando gravemente y tampoco apreció que los servicios que recibía nuestra ciudad no estaban acorde con la cuota del 31% que le correspondía por población en el seno de la MMBG ni en la calidad ni en la cantidad ni en el coste de los mismos.
Durante ese tiempo Irene García pudo cambiar los estatutos para que ante una más que presumible disolución del ente, la liquidación correspondiente no se hiciera en función del porcentaje por población que tanto perjudica a Sanlúcar y que ahora tanto lamenta y le escandaliza. No lo hizo, porque en aquel momento estaba cumpliendo órdenes y porque no quería poner en riesgo su tan ansiada promoción política en su partido; entonces no rompió la disciplina de partido y puso sus intereses particulares por encima de los intereses de los sanluqueños.
Los sanluqueños hemos estado pagando durante años solidariamente los gastos generales y los servicios específicos que recibían otros municipios según la cuota del 31% establecido por población y en todos esos años Irene García no ha abierto la boca para impedirlo.
Simplemente Irene García miraba irresponsablemente hacía otro lado muy probablemente cumpliendo orden de sus superiores y aprendiendo. Aprendizaje que posteriormente puso en práctica en el Grupo de Desarrollo Rural Costa de Noroeste hasta que IU desmontó el nepotismo y proselitismo en que había convertido dicho órgano.
Ahora pretende rasgarse las vestiduras por la liquidación aprobada según la legalidad que ella misma estableció desde la vicepresidencia económica, en la que a nuestra ciudad le corresponde unos 14 millones de euros. Una liquidación aprobada por una comisión interna creada para ello en la que estaba el acolito de la alcaldesa, Juan Marín. Escasas, poco creíbles, menos convincentes y poco documentado debieron ser los argumentos utilizados por Marín cuando el resultado ha sido que el es.
Por tanto, el PSOE Sanlúcar no rompió la disciplina del voto socialista en la MMBG ni votó en contra de la liquidación presentada por defender los intereses de los sanluqueños, votó exclusivamente en contra para defender los intereses particulares de Irene García, y de esta manera pretender eludir las posibles responsabilidades que se puedan derivar por eventuales denuncias ante la Cámara de Cuentas o en los juzgados, así como presentarse ante los sanluqueños como la adalid defensora de sus intereses al mejor estilo populista.
IU desde hace años viene denunciando el desastre económico y social en que se estaba convirtiendo la MMBG, mientras la alcaldesa y su acolito lo negaban radicalmente, ahora le ha explotado en las manos y buscan desesperadamente cabezas de turcos para justificarse.
Foto: Archivo SBTVi, Trabajadores manifestándose por impago de sus nóminas en la Consejería de Empleo en Sevilla en el año 2011
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