Páginas

1 feb 2013

Los patriotas

Juan Antonio Gallardo


Qué bien, los que clamaban al cielo y hubieran montado una operación de búsqueda y captura por caminos, avenidas y pagos, contra esos cuantos que se habían hecho con los carritos de la compra del Mercadona para repartir algún sustento a quienes no lo tienen, o lo tienen apenas, ahora matizan, ahora piden calma, ahora dicen que cuidadín con acusar a las personas si no hay pruebas suficientes. Cuando ya está su delito acorralado por la evidencia, pegan un salto estratégico y dicen: ¡Ah, se siente, pero mi nombre no aparece por ningún lado! ¡Oh, se joden, porque a ver cómo se demuestra todo! ¡Dios me salve palomita!.


Millones de euros en Suiza, que importan regular, leyes que se hacen a la medida como los trajes. ¡Ay! , corbatas, trajes, camisas, estas aficiones textiles del PP... esos patriotas.


Qué bien, los que acusan con su dedo intachable al pobre diablo que tras cobrar el PER, el subsidio o la migaja de mierda que reciba, acude a la taberna a tomar un vaso de vino, 0.80 céntimos, con una patata aliñada de aperitivo y hojea el Marca o el Diario, depende, y echa allí la mañana o parte de ella porque a lo mejor en casa no hay nadie, porque a lo mejor la mujer está limpiando escaleras o adosados, sin dar de alta, sin derechos laborales. Expuesta la estabilidad en ese empleo, a los humores de las señoras de la casa. Digo que, ese del dedo intachable, que se llenó la boca de dignidades con frases como “Yo dimito si se demuestra que mi partido es también un partido mierda y delincuente”. Ahora, desde un mullido orejero del hotel Palace, o cualquier otro hotel, con suite, donde aposente su culo ese julai, dice que no, que no dimite ni un poco, que no hace falta. Financiación ilegal, porquería financiera y los vástagos de los líderes democráticos de la convergencia y la unión sacando el dinero del país. El suyo, el que sea. Patriotas.


Qué bien, los que fiscalizan las cuentas del parado de duración eterna quizá, y se aplican a ese ejercicio con voluntad férrea, y tienen a sus lacayos que denuncian y vigilan y dicen: pues ese que cobra los 450 € al mes, ha puesto un grifo en la casa de un vecino, ha pintado el piso de un primo que tiene, ha bailado un poco en un cumpleaños. No estará tan triste, no será tan pobre. Estos héroes del control, van y pierden los dineros de los ERES, muchos dineros. Patriotas con acento andaluz.


No han cambiado nada la inmundicia moral que les sostiene. Sinvergüenzas que pontifican contra el que está bajo su yugo, porque no les basta el yugo, precisan además de la humillación, por eso el facha cuando vomita su cochinada siempre la dirige con esa saña suya, al pobre, al empleado, al parado, a la mujer, al maricón, al emigrante, al negro, al joven, al luchador de la izquierda (que quedan, pero no están en las poltronas ni en las cafeterías) .


No han cambiado nada, siguen con curas que acarician a todo lo que se mueva y pese más de cuarenta kilos, siguen con monarquías y monarcas que manosean a todo lo que se mueva y pese más de cincuenta kilos, siguen con empresas que se follan a todo lo que se mueva y pese más de 65 kilos y tenga ropa de trabajo con los Village People, que les pone mucho. Siguen con policías que aporrean a todo lo que se mueva y pese algo, con jueces que sentencian todo lo que se mueva y no tenga mucho peso social ni político, con leyes que no se mueven aunque lleven siglos siendo injustas. No quieren, patriotas, que la patria se deshaga. No quieren, patriotas, que las mujeres aborten, que los homosexuales y las lesbianas se casen, que en las escuelas se enseñen cosas normales y prefieren que se enseñen cosas mágicas de palomas trinas y de hechiceros que resucitan muertos y multiplican el pan y los peces, quizá para que las personas piensen que la única forma de multiplicar eso, el pan y los peces, es que suceda un milagro y mientras tanto, que esperemos, porque esta vida no vale nada y tiene que venir una, cuando el cuerpo muera y se corrompa que será la vida buena, la vida pata negra, como si dijéramos.


Ellos no van a cambiar nada, claro. ¿Para qué? Les va de puta madre siendo patriotas y son patriotas pero no tontos. Pero ¿y nosotros? ¿Seremos además de trabajadores, parados, mujeres, homosexuales, emigrantes, negros, lo bastante tontos como para darles otra vez coartadas y votos para que sigan alimentando su cortijo?


Juan Antonio Gallardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sanlúcar de Barrameda TV no se responsabiliza de las opiniones vertidas. Comenta aquí:

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.